Más de 164 millones de días escolares se pierden anualmente en las escuelas públicas de Estados Unidos debido a la propagación de enfermedades infecciosas, afirma el American Journal of Infection Control.
Quizás le sorprenda saber que tres millones de esos casos se deben a conjuntivitis.
La conjuntivitis, el término formal para el ojo rosado, es la hinchazón de la conjuntiva, la membrana delgada y transparente que cubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo.
Las tres formas de conjuntivitis son viral, bacteriana y alérgica. La bacteriana es muy contagiosa y provoca enrojecimiento del ojo con abundante pus. La viral es el tipo más común de conjuntivitis. También es contagiosa y está causada por el mismo virus que el resfriado común. La alérgica es causada por la reacción del cuerpo a un alérgeno y no es contagiosa.
Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, las formas más comunes de contraer conjuntivitis son:
- reutilizar pañuelos y toallas para limpiarse la cara y los ojos
- olvidarse de lavarse las manos a menudo
- tocarse los ojos con frecuencia
- Utilizar cosméticos viejos y/o compartirlos con otras personas.
- No limpiar adecuadamente los lentes de contacto.
Su oftalmólogo de Indiana le recomienda que practique una buena higiene para prevenir la propagación de la conjuntivitis. Anime a su hijo a lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse los ojos y usar pañuelos nuevos para limpiarse la cara y los ojos.
¡Con solo unos sencillos pasos, puedes prevenir la propagación de la conjuntivitis en tu familia!